Ayer fue un día dedicado a la multiculturalidad, a esa mezcla de culturas que caracteriza Granada.

Es innegable que el aire de Granada cambia del Barrio del Albaicín, donde se respira arte, cante, pasión, a la Alhambra, símbolo majestuoso de «la tierra soñada».

Y en el Albaicín empezamos ayer nuestro itinerario, andando por sus calles que nos llevan al Mirador de San Nicolás, desde donde apreciamos esa vista maravillosa de la Alhambra.

Tras reponer fuerzas, la visitamos, volviendo atrás en el tiempo, para admirar sus jardines, palacios, y todo el conjunto.

Nuestro día terminó visitando la Catedral y los barrios de alrededor.

Un día que queda para el recuerdo con nuestros amig@s italian@s.

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