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El apasionante mundo de las abejas conocido de cerca es más apasionante aún. Así lo refieren nuestro alumnado después de haber realizado un interesante taller de apicultura en la Sierra de Huétor Santillán de la mano de Orlando y Alejandro. Desde aquí agradecer su implicación y buen hacer.

Primero hicimos una cata de miel, donde pudimos diferenciar entre miel de romero, miel de mil flores, etc… y para cambiar de olor nos limpiábamos las fosas con la levadura del pan duro. “Límpiate las fosas”.

Luego, nos pusimos nuestro traje de apicultor para evitar picaduras indeseables.  Una vez vestidos, nos aproximamos hasta donde se encontraban las diferentes colmenas. Pero también necesitábamos un ahumador, cuando le echas humo dentro de la piquera las abejas se ponen a comer miel y así impiden que piquen porque están entretenidas.

Había diferentes colmenas, entre las que se encontraban: “Layer”, “Langstroth”, los núcleos (qué es donde se mete el enjambre al salir de la colmena), las medias alzas (se utiliza cuando la colmena está llena para darle más espacio).

 

Dentro de la colmena están los cuadros con cera, que suele haber unos doce. En cada cuadro hay celdillas que las abejas construyen para llenarlas de miel y de crías. También se puede observar que si hay falta de espacio, las abejas intentan obrar en el techo, eso nos indica que sacar un enjambre o poner un media alza.

El macho se llama zángano y es más gordo y no pica, su función es tan sólo aparearse con la reina. La reina es más larga y el abdomen más ancho y largo, se diferencia bastante bien de las obreras. Una colmena aproximadamente puede tener unas 80.000 abejas.

También pudimos observar cómo se extrae el veneno de abeja (apitoxina) con un cristal con una malla con una pequeña descarga eléctrica que aturde a la abeja y hace que suelte el veneno. Después se rasca el cristal y se guarda el veneno en la condiciones más asépticas posibles.

Esta especie cada vez tiene menos individuos por culpa de curar en primavera, depredadores como el abejaruco y la avispa asiática. Además hay un ácaro, la barroa, que está mermando bastante la población de abejas.

Las abejas son importantísimas porque son esenciales en la polinización de las flores. Por eso es importante conocerlas, respetarlas y facilitar el trabajo que realizan al medio ambiente.

Redacción  2º FP Básica Actividades Agropecuarias. IES Hiponova

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