Montefrío, 1969
Han pasado los años y en toda España comienzan a vivirse aires de cambio social. La economía del país se desarrolla ayudada por la estabilidad europea, los comienzos del turismo, la apertura comercial de las fronteras y la emigración. Son los primeros tiempos de un avance muy significativo en sectores como el nuestro de la enseñanza. Los pueblos como Montefrío luchan por tener una infraestructura educativa inexistente hasta entonces. La gente del pueblo (de los pueblos) quiere aprender y ve la educación como una buena posibilidad de progreso. En septiembre de 1969 se inaugura en Montefrío ¡el instituto!. Un año después se inauguró el colegio “La Paz”.
No todo había cambiado, pero sí aspectos importantes. Convivían en el mismo espacio algo tan “moderno” como un gimnasio y algo tan “clásico” como una capilla (imprescindible en aquellos tiempos). Lo cierto es que las instalaciones no se usaron hasta que el curso 69-70 estuvo muy avanzado; las clases, inicialmente, se impartieron en “Las Higuerillas”.
Los niños y las niñas de Montefrío acudieron al centro en un gran número; algunos de ellos incluso varios años después de haber abandonado los estudios. Los comienzos, siempre difíciles, se vieron reforzados con la vuelta de algunos montefrieños que estudiaban, normalmente en régimen de internado, en otras localidades. Las niñas también se incorporaron al centro desde un principio. Las clases de Hogar, como la que se observa en la imagen, constituían parte importantísima de su formación. Eran tiempos de clases de Hogar, de clases de Formación del Espíritu Nacional (los alumnos y alumnas, sin saber muy bien qué era eso, les llamaban clases de “política“), tiempos de algún que otro “Cara al sol“, tiempos de ejercicios espirituales por Semana Santa.
También de profesores y profesoras muy jóvenes, con ilusión, que vivían durante la semana en el pueblo puesto que las carreteras no estaban para muchos desplazamientos. Gentes que trabajaban en malas condiciones personales, sin estabilidad. Tiempos de las primeras y muy tímidas reivindicaciones laborales, … Y eran tiempos de incipiente modernidad. Mujeres que se incorporan a la educación; tiempos de ciencias naturales, filosofía, matemáticas, historia, física y química, literatura. Extraños sonidos de una sirena. Sonidos de gimnasia sueca en las pistas: “un, dos, tres, cuatro, un, dos, tres, …“. Y colores. Pantalón corto azul, camiseta de tirantes verde. Y años después el primer chándal, granate. Y, sobre todo, frío, un frío mortal. Gratos sabores: secas, cuñas, bocadillos de atún en la cantina de Manolo. Y olores. Los de los guisos de María, su mujer, cuyos aromas se derramaban cada mediodía desde la casa del conserje y hacían aún más largo y difícil el trayecto de vuelta.
Los primeros métodos audiovisuales se asomaban tímidamente a las clases, aunque hacía más la voluntad que los propios medios, muy escasos, de los que se disponía. El centro abre siendo una sección delegada del instituto Padre Suárez de Granada, y así se mantiene durante varios años. D. Jesús, Dª. Mari Carmen y D. Manuel, como jefes de estudios, dirigen el instituto y logran superar los difíciles primeros años con la ayuda de toda la comunidad educativa, en especial de una muy activa asociación de padres. El cambio del plan de estudios y la implantación del B.U.P. hicieron que el centro, con muy pocos alumnos entonces, estuviese amenazado de cierre. Pero poco a poco se estabiliza y consolida su situación.
Llegan los tiempos modernos y novedades tan significativas en la vida de un pueblo como los “viajes de estudios“. Portugal 75, Mallorca 76, Tenerife 77, y más tarde París, Roma, … Los alumnos de Montefrío empiezan a “ver mundo”. Este hecho constituye, sin duda, una prueba más de los beneficios que el centro aportaba a la población. A finales de la década, y tras un breve tiempo como sección delegada del “Diego de Siloé” de Íllora, el instituto se hace autónomo y toma el nombre actual “Hiponova“.
Montefrío, 1979
El centro se integra a la perfección en la vida del pueblo y su funcionamiento pasa a la normalidad. La líneas de transporte se generalizan y gran parte de los alumnos y alumnas residentes en el campo y también los del municipio de Algarinejo acceden a la enseñanza media. Los alumnos y alumnas provienen mayoritariamente del Complejo Escolar que forman el Colegio “La Paz” y la Escuela Hogar “Virgen de las Remedios”, con más de mil alumnos escolarizados.
Quedan recuerdos de la dictadura pero el ambiente de libertad y, a la vez, de tranquilidad e ilusión empieza a generalizarse, a empapar el aire. Primeros mítines, primeras elecciones, constitución en 1978, intento de golpe de estado en 1981. Todo cambia rápidamente y el centro no es más que otro apéndice de la realidad.
Montefrío demanda más planes de enseñanza media y se ponen en marcha los correspondientes a la Formación Profesional. El mismo edificio albergará a partir de entonces a dos centros distintos. El instituto de Bachillerato “Hiponova” y el de Formación Profesional “Abén Ismail”. Enseñanzas de Administrativo, de Electricidad, … se añaden a la oferta educativa del pueblo y ensanchan el horizonte a sus habitantes.
Desde entonces el instituto (mejor dicho, los institutos) entran en un fructífero periodo de estabilidad, y su vida se proyecta sobre la población a través de sus programas de estudios y de sus actividades.
Los años se suceden con tranquilidad y las instalaciones del centro se amplían: nave para la Formación Profesional, nuevas aulas que se adosan a las existentes, jardín, salón de actos, biblioteca, …
Muchos profesores y profesoras, dejan parte de su trabajo y de su vida en el centro y muchos, muchísimos alumnos y alumnas inician parte de su trabajo y sus vidas gracias a ellos.
Generaciones de jóvenes dejan el centro año tras año en busca de formación superior o de una vida laboral. Muchos de ellos sólo volverán a Montefrío de visita. Es esto parte del precio que hay que pagar.
Se suceden las páginas del libro de la Historia del “Hiponova” y del “Abén Ismail” de Montefrío hasta que, en 1992 y tras muchas discusiones, las autoridades educativas deciden unificar los dos centros y adelantar la implantación de la L.O.G.S.E. Desde entonces, un solo centro, que toma el nombre de “Hiponova” se encarga de la Educación Secundaria. Comienza la última parte de esta historia.
Montefrío, 2001
Ya estamos en el futuro. El siglo XXI ha llegado y el Instituto “Hiponova” de Montefrío sigue contando su historia curso tras curso. Desde 1992 el I.E.S. “Hiponova” de Montefrío adelanta la implantación de la L.O.G.S.E. Nuevos términos empiezan a hacerse familiares para toda la comunidad educativa: diversificación, adaptaciones curriculares, finalidades educativas, programas de garantía social, orientador, modalidades de bachillerato, itinerarios, refuerzos, proyectos curriculares, …
Al principio, este adelanto supone un mar de dudas y una gran inseguridad, puesto que la ausencia de modelos provoca más de un palo de ciego. Más tarde, mientras otros centros empiezan a encontrarse con esta realidad, el nuestro ya tenía unos proyectos rodados y estaba funcionando a tope.
Como consecuencia de la reforma los alumnos y alumnas de 12 a 14 años pasaron de nuevo a ser considerados como alumnos y alumnas de Educación Secundaria. Este hecho provocó que parte de las instalaciones del Colegio Público “La Paz” pasaran a depender del I.E.S. y, con ellas, parte del profesorado del colegio.
El centro vive los años de mayor “clientela”: alrededor de quinientos alumnos y cerca de cincuenta profesores que nos hacen olvidar que, en estos treinta y tantos años de vida del instituto, el pueblo, Montefrío, ha perdido casi la mitad de su población.
La generalización de la enseñanza, la obligatoriedad hasta los dieciséis años y el propio desarrollo social hacen que este hecho quede diluido y no influya decisivamente en el centro.
En puertas de una nueva estructuración educativa con la entrada en vigor de la Ley de Calidad, Montefrío tiene un instituto que se dispone a hacer frente a estos nuevos retos. La planificación del centro habrá de retocarse de cara a esta nueva ley. También de cara a la nueva realidad que asoma fruto de la “globalización”. Alumnos y alumnas de otros países se incorporan poco a poco a la vida escolar; hijos e hijas de personas que vienen a trabajar entre nosotros o de aquellos que buscan en Montefrío una vida más tranquila.
Las instalaciones y los espacios están envejecidos después de tanta batalla. En la actualidad existe un acuerdo firmado entre el Ayuntamiento y la Consejería que va a suponer una remodelación profunda del edificio principal, la construcción de un aulario que permita unir los dos edificios en un solo recinto y el adecentamiento del resto.
Nueva ley, nuevo edificio, … ¡Es el futuro!
Montefrío, 2008
Durante este verano ¡por fin! han comenzado las obras que supondrán la construcción de una buena parte del centro en nueva planta y la remodelación del bloque que se mantiene. Ha costado muchos años y esfuerzos pero ya está en marcha.
Durante los cursos 2008-2009 y 2009-2010 la actividad del centro se desplaza al bloque del complejo escolar y a la residencia. Esperemos que el sacrificio merezca la pena.
Curso 2011-2012
La nueva situación ha tenido algunos cambios con respecto a lo previsto.
Se ha construido el edificio que estaba proyectado, con alguna remodelación. Ya está funcionando y acoge a los cursos de bachillerato, el ciclo formativo y los P.C.P.I. Es un edificio moderno con gran amplitud y magníficas instalaciones. El PERO (así, con mayúsculas) es que no se ha conseguido reunificar a todos los cursos en un solo recinto. La parte del edificio que se iba a reformar tuvo que ser derruida debido a su mal estado de conservación. El momento de crisis económica por el que se atraviesa no ha permitido hacer un nuevo proyecto que completase al ya existente y, por tanto, los cursos de secundaria continúan ¿quién sabe hasta cuándo? en el bloque que antes perteneció al Colegio “La Paz”.
Curso 2015-2016
En estos últimos años nuestro centro, como casi todos los demás, se ha visto muy afectado por la crisis económica. El sueño del recinto unificado se ha desvanecido y seguimos desarrollando nuestra tarea en dos edificios distintos con los inconvenientes que esto acarrea.
Además, los recortes presupuestarios en educación han dado lugar a una disminución aproximada del 30 % en el número de profesores cuando el número de alumnos sólo ha caído en torno a un 10 %.
También se han perdido las enseñanzas del Ciclo Formativo de grado medio aunque se mantienen las de Formación Profesional Básica (antiguo PCPI, antiguo PGS) en las ramas de Administrativo y Electricidad. El centro empieza a notar la pérdida de población y en algunos niveles de ESO se pierde la línea tres (dependiendo del año).
Estamos a las puertas de una nueva ley estatal (LOMCE) y de posibles cambios (nuevos contenidos, reválidas, …). Entre tanto, y a la espera de tiempos mejores, seguimos trabajando con ilusión.